Antes de empezar me gustaría recordarte algo fundamental, pero que a menudo se nos olvida:
Es imposible sentirse siempre confiado.
Nuestro nivel de confianza fluctúa. La misma persona se puede sentir muy segura de sí misma al encontrar el trabajo de sus sueños, y totalmente deprimida si es despedida. Y es normal.
Nadie escapa de esto. ¡Incluso gente de tanto éxito como las actrices de Hollywood o empresarios han confesado sentirse como un fracaso en multitud de ocasiones!
Así que no intentes estar siempre confiado y seguro de ti mismo. Se ha demostrado científicamente que cuanto más lo persigas, más inseguro y triste te sentirás.
A este efecto se lo conoce como la ley del esfuerzo invertido, y es que mucha gente tiene una necesidad tan grande de sentirse siempre bien que eso mismo les añade presión y termina deprimiendo.
Asume que vivirás momentos difíciles como todo el mundo. Aceptarlo conseguirá que el sufrimiento te haga menos daño que si te rebelas contra él.
Actúa
La confianza no depende tanto del resultado, sino del proceso llevado a cabo, es decir de las acciones que hemos empleado, es decir la seguridad aumenta cuando actuamos y es actuar lo que nos hace sentirnos confiados para futuras ocasiones.
Encuentra motivos para confiar en ti
muchas personas pasan por alto sus logros. A esto se le conoce como el síndrome del impostor. Atribuyen sus éxitos a la suerte, y se convencen a sí mismos de que son un fraude y no merecen lo que han conseguido.
Si crees que es tu caso, debes ser más consciente de tus logros y las cualidades personales que los han hecho posibles. Eso te ayudará a valorarte más.
Para ello, haz un listado de 3 éxitos que hayas conseguido en tu vida, ya sean en el ámbito laboral, académico o personal, e identifica la cualidad que necesitaste para lograr cada uno de ellos.
Recuerda tus valores
Según algunas corrientes del pensamiento positivo, nuestra mente es capaz de crear la realidad que le decimos.
Supuestamente, repitiendo mantras como «Soy fuerte y no tengo nada que temer» o «Soy alguien extraordinario», nuestra mente lo interiorizará y conseguiremos la confianza para lograr todo lo que nos propongamos.
Olvida marcarte objetivos
Los objetivos tienen un lado muy oscuro. Aunque en los últimos años se ha popularizado la creencia de que definir objetivos es el secreto del éxito, la realidad es que marcarte metas es un grave problema si no eres capaz de aceptar que puedes fracasar.
Por eso es mejor guiarte por algo distinto que a estas alturas ya debería resultarte familiar: tus valores.
Tus valores definen los principios sobre los cuales quieres vivir. Y además difícilmente fracasarás en ellos. Si quisieras subir al Everest pero te guiases por el valor de la perseverancia, podrías sentirte orgulloso de ti por intentarlo aunque nunca llegases a alcanzar la cima.
Utilizando tus valores para centrarte en el proceso, evitarás preocuparte por esas metas de las que haces depender tu felicidad.
Toma pequeñas decisiones
De la misma forma que empezar a actuar es el origen de la confianza, tomar decisiones también es un gran refuerzo.
Se ha demostrado científicamente que tomar una decisión, por pequeña que sea, activa tu córtex prefrontal, reduciendo tu preocupación y aumentando tu seguridad.
Si tomas decisiones habitualmente, te sentirás con mayor control en tu vida. Empezar con pequeñas decisiones cotidianas ya es suficiente, como por ejemplo:
- Elegir la película que irás a ver con tu pareja.
- Decidir el restaurante donde cenarás con tus amigos
Poco a poco te sentirás capaz de tomar decisiones más difíciles pero importantes para ti.
Trátate como un amigo
¿Qué te dices a ti mismo cuando fracasas?
Probablemente eres duro contigo mismo, ¿verdad? Estoy seguro de que a veces han cruzado tu mente mensajes como «¡Eres un fracasado!» o «¡No sirves para nada!»
Pero ¿qué les dices a tus amigos cuando ellos fracasan?
¿Les dices que no sirven para nada? ¿O les intentas consolar y animar para que no se depriman?
¿Qué ocurriría si empezaras a tratarte como un amigo cada vez que fracasas?
En este concepto se basa en un método científico que está revolucionando la comunidad científica gracias a sus impresionantes resultados. Es capaz de reducir la inseguridad, ansiedad y estrés y aumentar la cantidad de pensamientos optimistas.
Este método se llama autocompasión.
La autocompasión no significa sentir pena por ti, sino tratarte como tratarías a un amigo cuando fracasas o te ocurre algo malo. Significa apoyarte y perdonarte en lugar de criticarte. Reconfortarte para volver a intentarlo en lugar de castigarte cuando cometes un error.
¿QUE MÁS PODEMOS HACER?
- No conviertas las críticas en una cuestión personal. Hay quienes no saben criticar y, en vez de señalar los comportamientos erróneos que se deberían cambiar, atacan a la persona. Sin embargo, la clave está en tu actitud: asume la crítica como una oportunidad para mejorar y recuerda que un error no te define como persona.
- Desarrolla el sentido del humor. A lo largo de los años numerosos estudios han demostrado que enfrentar los problemas de la vida cotidiana con un humor inteligente nos convierte en personas más fuertes ante las adversidades, más felices y más seguros de nosotros mismos.
- No te compares con los demás. No idealices a los otros porque todos tenemos virtudes y defectos, áreas en las cuales nos desempeñamos mejor y otras en las que somos menos talentosos. Cada persona es única en sí misma, ahí radica su grandeza.
- No busques la aprobación de los otros. Las personas inseguras suelen estar demasiado pendientes del juicio de los demás. Sin embargo, lo más importante es que tú te sientas satisfecho con tus logros. No adoptes las metas de los demás y no te sometas a su beneplácito porque, a la larga, esta actitud solo te generará insatisfacción.
- Celebra cada éxito, por pequeño que sea. Recuerda que hasta el camino más largo comienza con el primer paso. Por tanto, no hay razón para que pases por alto las pequeñas conquistas que vas haciendo a lo largo de tu vida o de un proyecto. Esta mentalidad no solo aumentará tu seguridad, sino que también será un motor impulsor que te dará fuerzas para seguir adelante con tus objetivos.
- Sana las heridas del pasado. Mediante técnicas como la hipnosis y EMDR podemos cerrar capítulos de nuestra vida y escribir nuevos renglones en nuestra biografía. Trabajando con nuestras emociones y reconciliándonos con nosotros mismos podemos mejorar la visión sobre nosotros mismos y aprender a amarnos tal y como somos.
- No te exijas la perfección. Si para ti nunca es suficiente nunca alcanzarás la felicidad ni estarás a gusto contigo mismo. El perfeccionismo es uno de los mayores enemigos de la autoestima. Aprende a aceptar que la vida no es perfecta, y que los humanos tampoco lo somos.
- Sal de tu zona de confort. Enfrentarte a tus miedos y asumir nuevos retos te ayudará a ganar seguridad en ti mismo.
- Manten el diálogo interno bajo control. Aunque no te des cuenta, pasas una gran parte del día hablando contigo mismo. Es decir, involucrado en un diálogo interno que determina tus actitudes y comportamientos. Si este diálogo es negativo será muy difícil que logres amarte. Por tanto, es esencial que aprendas a escuchar tu monólogo interior y que cambies este tipo de pensamientos por ideas más constructivas.
Espero que te haya gustado y aportado esta entrada y si consideras que necesitas más ayuda no dudes en contactar conmigo